Yeruldelgger, muertos en la estepa

Título: Yeruldelgger, muertos en la estepa

Autor: Ian Manook

Traducción al castellano de José Manuel Fajardo

Editorial: Salamandra, versión Kindle.

284 páginas

Sinopsis

Yeruldelgger es comisario en Ulán Bator, capital de Mongolia. El y su equipo, la forense Solongo, la investigadora Oyun, y el resto de policías (Chuluum, Mickey, Billy) deben investigar dos casos: los restos de una niña enterrada viva en su triciclo rosa aparecen en el centro de la estepa mongola, tres chinos y dos prostitutas son salvajemente asesinados en Ulán Bator. La investigación se complica cuando Yeruldelgger intuye que varios compañeros, policías corruptos, están implicados, y los casos convergen. 

Los negocios sobre el comercio de minerales raros de unos coreanos y la figura de Erdenbat, un millonario mongol hecho a si mismo, ex-suegro del comisario, alteran la investigación y la convierten en algo personal para el policía.  Lentamente los casos se van relacionando también con la muerte de la hija pequeña de Yeruldelgger unos años atrás, que provocó la locura de su esposa y la separación definitiva de su hija mayor, Saraa, que también será víctima en el desarrollo de la investigación. 

Impresión personal

Esta es una novela de acción trepidante y argumento complicado. Nada es lo que parece y a pesar de que siempre se intuye la posible solución, el autor es lo bastante hábil cómo para hacernos dudar de lo que ocurrirá en cada escena. También es una novela llena de violencia y de tragedias, con una pequeña dosis de denuncia crítica de fondo, pero pequeña.

Me mantuvo interesada porque me gusta el género negro, en este caso un thriller clásico, por su argumento lleno de giros, algunos mas sorprendentes que otros, y por la acertada ambientación en la estepa mongola y la presencia de las tradiciones y creencias de los nómadas y su cultura, que compensan algunos elementos demasiado tópicos. Quizá lo menos original sean los personajes principales, arquetipos “tuneados” por su origen y su exotismo mongol. Pero Ian Manook tiene la habilidad de llevar estos arquetipos al extremo con elegancia y hacerlos encajar en una  historia que en otras manos sería un fiasco. Aquí Manook emplea lo justo de todo. Mucha acción y mucha violencia, un poco de sexo y un poco de crítica social, una reivindicación de la necesidad de volver a la naturaleza, un argumento policial clásico, y sobretodo mucha inteligencia en su gestión. Todo envuelto en el manto embellecedor de la cultura de Mongolia. Puro entretenimiento. No esperéis más.