7.1.17

Los girasoles ciegos

Título: Los girasoles ciegos
Autor: Alberto Mémdez
Editorial Anagrama 
Décima edición, 2006
155 páginas

Sinopsis

Este es un conjunto de cuatro relatos impresionantes enlazados por el tema de la derrota.

Primera derrota: 1939, o Si el corazón pensara dejaría de latir. En este relato el Capitán Alegría se rinde al bando de los vencidos unas horas antes de que los Nacionales (los suyos) ganen Madrid, para no formar parte de esa facción vencedora, porque “Aunque todas la guerras se pagan con los muertos, hace tiempo que luchamos por usura. Tendremos que elegir entre ganar una guerra o conquistar un cementerio.” Pág.13

Segunda derrota: 1940, o Manuscrito encontrado en el olvido. Un joven poeta escribe el dolor de la muerte de su esposa en el parto y de su hijo algo después, en su intento de huída a Francia.
(Esta historia, modificada, mereció el premio de cuentos Max Aub 2002).


Tercera derrota: 1941 o El idioma de los muertos. Un preso en consejo de guerra consigue aplazar su condena a muerte al contar al General que debe dictar sentencia y a su esposa el encuentro que tuvo con el hijo de estos, ya fallecido.  Hasta que decide no seguir mintiendo. 

Cuarta derrota: 1942, o Los girasoles ciegos. Un seminarista atormentado por el atractivo de la madre de un alumno intuye que en aquel hogar se esconde un gran secreto. Su voz convive con la de ese niño, que recuerda ya adulto que tenía un padre escondido en un armario. 

Opinión personal

Me siento impresionada tras terminar esta lectura, sobretodo por la belleza que sabe imprimir Alberto Méndez a la narración de cuatro historias durísimas que exploran profundamente el tema de la derrota. Y a su alrededor el dolor por la pérdida y por la injusticia, la guerra, la soledad y la muerte. Siempre con la poesía sobrevolando los párrafos, en algunos relatos mas presente que en otros, el texto ofrece imágenes poéticas potentes y frases que contienen en si mismas lo poético. 

Creo que si el dolor puede contarse de alguna forma, la más adecuada es la poesía, y por eso subyace en parte de estos textos. 

“El niño no vivirá y yo me dejaré caer en los pastos que cubrirá la nieve para que de las cuencas de mis ojos nazcan flores que irriten a quienes prefirieron la muerte a la poesía.” Pág.42.

“Y encontró de repente cierto parecido entre la escritura y las caricias, entre las palabras y el afecto, entre la memoria y la complicidad.” Pág.78



Esta lectura que ofrece muchos niveles posibles, con abundantes referencias literarias y históricas, pero si no se perciben no se pierde el sentido ni la profundidad del texto, que por si mismo es ya bastante valioso. Las historias superan la ficción porque fueron reales, y sin embargo manejadas con maestría por el autor devienen literarias como si de ficción pura se tratara. Son historias de la guerra, excelentemente contadas. De lo mejor que he leído. 

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada

Gràcies per comentar.